No importa que una empresa obtenga más de 29 millones de euros en ayudas públicas en los últimos cinco años. Tampoco que el año pasado cerrara el ejercicio con unos beneficios por valor de 450 millones de euros. Ni tan siquiera que esa cifra supusiera un 40% más que en el 2007. Cuando hablamos de la crisis no hay excusas que valgan.
Como si de un tsunami se tratara la caída en las ventas, el consumo y en la concesión de créditos tiene su repercusión en los mercados, ya sean del ladrillo o no. Precisamente una de esas balsas en las que todo el mundo parecía estar a salvo como es una empresa dedicada a las energías renovables, ha pinchado y no se sabe hasta cuándo durará el hundimiento.
Isofotón era hasta hace poco la joya de la corona de la tecnópolis malagueña. El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) se vestía de gala cada vez que a las instalaciones de la fábrica de placas solares acudía un ministro, un presidente o hasta el Rey. Las expectativas de trabajo y de crecimiento eran la envidia de cualquier empresa de innovación y alta tecnología. Ahora todo el mundo se pregunta cómo una empresa que ha mantenido reuniones al más alto nivel en países como Japón, China, India o Estados Unidos reduce su plantilla en un 95% y anuncia datos negativos para este año.
La empresa, dedicada desde hace 28 años al sector de las energías renovables pasa así a la negra lista que engrosan las empresas que caen en el limbo de la crisis. Isofotón tiene en plantilla a más de 800 trabajadores entre personal fijo y subcontratados. Tras meses de desconcierto, sindicatos y patronal llegaron a un acuerdo a finales de enero. Ambos rubricaron un ERE temporal (ERTE) que afecta a 713 trabajadores de una plantilla fija de 756. De ellos 649 provienen de la planta que la empresa fotovoltaica tiene en Málaga.
Los acuerdos a los que llegaron los sindicatos con la dirección de la empresa recogen una suspensión de 90 días de trabajo de cada uno de los empleados. Así pues habrá que suspender temporalmente la producción unas cuatro o cinco semanas y repartir hasta los 90 días a lo largo del 2009, según se desprende de un comunicado emitido por la empresa. Así mismo los sindicatos exigierón turnos rotativos para que ningún empleado esté inactivo más de 3 meses.
A lo que no han llegado en acuerdo todavía es a la duración del ERTE que en un principio iba a durar un año y a lo que los sindicatos UGT y CCOO se niegan. Piden a la empresa que el expediente no dure más allá de verano, por lo que tendrían que repartir esos 90 días entre marzo y el mes de agosto, algo a lo que la empresa no accede.
Los afectados también pidieron a la compañía que se comprometa a seguir pagando a los trabajadores el 100% del sueldo percibido el pasado año junto con el aumento salarial correspondiente a 2009 pactado en el convenio colectivo. Según apuntaron fuentes sindicales, la empresa de momento se ha plantado en el 80%, aunque se prevé alcanzar un porcentaje mayor.
Según la empresa, este ERTE permitirá a la planta malagueña adecuar la producción a la demanda; en estos momentos “casi inexistente”. De igual modo la dirección de la empresa ofrece datos que justifican su decisión: Tienen una acumulación de stock por valor de 20 millones de euros y los inversores, o no pagan, o no pueden acogerse a nuevos créditos ante la reticencia de los bancos a ofrecerlos.
La tramitación del expediente tendrá que ser realizada por el delegado de Empleo de la Junta de Andalucía en Málaga, Juan Carlos Lomeña, aunque la firma tendrá que correr a cargo del Ministerio. El procedimiento, aunque no termina de convencer a los sindicatos,tendrá que ser acatado ya que los trámites burocráticos así lo exigen.
AYUDAS PÚBLICAS
La empresa Isofotón ha recibido desde 2004 más de 29 millones de euros en ayudas públicas procedentes de la Junta de Andalucía y el Gobierno, que a través del Ministerio de Industria, han dado varias subvenciones a la firma para renovar sus instalaciones y hacerla más competitiva en el mercado nacional e internacional, según los datos extraídos del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) y del Boletín Oficial del Estado (BOE).
El mismo consejero de Empleo, Antonio Fernández, se vio sorprendido ante el anuncio por parte de la compañía “lo que invita a que se analicen aspectos como la gestión de la empresa”, subrayó Fernández.
En el caso de que mediante la regulación laboral incumpliese alguno de los objetivos por los que le fuesen concedidas las ayudas, Isofotón podría verse obligada a devolver el dinero recibido por las administraciones. Según los sindicatos, lo más probable es que el expediente no se refiera a ninguno de los proyectos subvencionados, de tal manera que no tengan problemas.
La ayuda más cuantiosa la recibió la empresa en julio de 2007. Se trató de un incentivo de 19,3 millones de euros que el departamento que encabeza Francisco Vallejo concedió para la modernización de sus instalaciones del PTA.
Las otras dos cantidades más importantes datan de 2004. En febrero de ese año el Gobierno le subvencionó con 5 millones de euros y en septiembre fue la Junta la que accedió a dar 4,2 millones de euros: "para la realización de un proyecto de inversión cuyo objeto era la construcción en el Parque Tecnológico de una planta destinada a la fabricación de equipos y sistema solar", según se desprende de la nota de prensa hecha pública entonces. La misma que después inauguró el Rey Juan Carlos en noviembre de 2006, que tiene más de 28.000 metros cuadrados y que todavía está en construcción.
El resto de dinero público corresponde a diversas cuantías que van desde los 280.000 a los 22.000 euros y que van ligados a proyectos y contratos concretos entre 2004 y 2007, relacionados sobre todo con la investigación. El sindicato CSI-CSIF pidió a la Junta de Andalucía que conceda ayudas públicas a Isofotón para que pueda mantener las operaciones mercantiles a la vez que denunció: “La falta de control de las subvenciones públicas recibidas”, calificándolas de “infructuosas”.
TRAYECTORIA
Isofotón nace en el año 1981 como un proyecto spin-off de la Universidad Politécnica de Madrid para desarrollar una tecnología de fabricación de células fotovoltaicas a partir de obleas de silicio. El profesor malagueño Antonio Luque es el dueño de esta idea por lo que decide traerse a su tierra una empresa cargada de incertidumbre en tiempos en los que hablar de energías renovables era algo más que un disparate.
Pese a todo, convence a una docena de empresarios malagueños para que inviertan en su idea. Con un capital de unos 24 millones de pesetas nace Isofotón en el polígono de San Luís. Desde sus inicios, la empresa se vuelca en el terreno de la electrificación rural en países en vías de desarrollo, sobre todo en Latinoamérica y en África, que le otorga un creciente prestigio. Aún así los números rojos perseguían a este proyecto hasta que en 1991 la Junta de Andalucía invierte en el mismo aún sin sacar a flote la empresa.
El revolucionario despegue llega en el 97 cuando el Grupo Bergué adquiere la empresa y por primera vez y gracias a las exportaciones las cuentas se tiñen de verde. La empresa se convierte en la novena firma de energía solar del ´ranking´ mundial y en la segunda a nivel europeo (tras Q-Cells), liderando el mercado en países clave como Alemania. La facturación se sitúa en 2006 en los 175 millones de euros, lo que implica un aumento del 372% en cinco años.
El plan ambicioso de crecimiento que le sigue con el traslado de la planta al PTA, la aspiración para 2011 de llegar a los 1.500 empleados y la construcción de una planta de fabricación de silicio en Los Barrios (Cádiz) cuando realmente es más barato importarlos del exterior es donde algunos han querido ver los actuales problemas de la empresa.
En 2007 la potente Banca March (Corporación Alba) entra en el accionariado de Isofotón con un 26% y la intención de sacar a bolsa la empresa. En mayo de 2008 se producía la salida de José Luis Manzano, tras más de 20 años de estancia en la firma, en la que pasó por los cargos de director comercial y de exportación y, desde 2005, como consejero delegado. La salida resultó sorprendente por cuanto en el mes de febrero había sido nombrado vicepresidente. En su lugar ocupó la plaza el ex director general de Endesa, Carlos Torres. Ya en julio de 2008 el Grupo Bergé recompra el 26% de Isofotón propiedad de la Corporación Alba.
MALA GESTIÓN
El que hasta hace unos meses era la cara al público de Isofotón y que fue despedido a mediados del pasa año, José Luís Manzano no dejó un buen sabor de boca. Al menos en las cuentas de la compañía. Las acusaciones de mala gestión en las que los sindicatos se arropan tuvieron el respaldo del actual holding propietario de la empresa.
El Grupo Bergé interpuso en los juzgados de lo Mercantil de Madrid una demanda contra el ex director general de Isofotón. En el documento la firma reclamó daños y perjuicios a Manzano ante la grave y continuada alternación de la contabilidad de la compañía. El objetivo de este falseamiento de las cifras de la empresa habría sido la ocultación de la verdadera situación patrimonial de la compañía a sus accionistas y al consejo de administración, según se recoge en el texto presentado por la compañía en los juzgados. Esta mala gestión unida con las actuaciones en el PTA y el desarrollo de la plata de polisilicio en Los Barrios mantienen un inmovilizado superior a los 500 millones de euros que ahora se echan en falta.
MANOS EXTRANJERAS
El fantasma de la venta a una empresa extranjera planea cerca de los intereses del grupo Bergué. Isofotón está actualemente presente en más de 60 países y cuenta con 9 filiales, en Italia, EE.UU., Bolivia, Ecuador, República Dominicana, Argelia, Marruecos, Senegal y China –donde además tiene una fábrica.
Fernando D´Ornellas, consejero delegado de todo el holding, firmó hace días un memorándum de confidencialidad con un inversor chino que quiere hacerse con una compañía que en los últimos dos años no ha hecho más que darle dolores de cabezas a la familia Bergué. Así lo confirmaron fuentes próximas a las negociaciones sin que trascienda el nombre de la empresa compradora.
Lo que D’Ornellas hizo es firmar una carta de confidencialidad para que el interesado pueda tener acceso a las cuentas reales del grupo fotovoltaico. Por ese motivo, los compradores quieren examinar con lupa los números de Isofotón, muy tocados por el parón del sector. Ahora, Fernando D´Ornellas quiere alcanzar un acuerdo con los bancos para refinanciar la deuda de 250 millones (400 si se incluye la recompra a los March) y poder vender la filial limpia de deuda.
Pese a todo, este devenir de propietarios y grupos de presión no pueden ocultar el drama humano que se esconde tras los despidos acaecidos durante estos meses. La media de edad de la plantilla se acerca a los 32 años y la mayoría tiene una antigüedad mínima de tres años y con contrato fijo. Muchos de ellos adquirieron una vivienda hace poco, mujeres embarazadas, matrimonios con hipotecas y hombres mayores cuya jubilación se tambalea, son los resultados de un ERTE que se avecina largo y difícil.
EEUU y Japón, nuevas vías de expansión para el gigante fotovoltaico
La empresa malagueña de energía solar anunció hace un par de días que alcanzó un acuerdo con los máximos dirigentes del estado de Ohio (Estados Unidos) para construir una planta en el país norteamericano en el año 2010 ó 2011. Y aunque todavía está en negociación la construcción de la planta, desde la dirección de la empresa apuntan a que esto supondría trabajo garantizado para la planta malagueña ya que sería en esta planta donde se construirían las células fotovoltaicas que se utilizarían en Ohio para la construcción de las placas solares.
Estar presentes en EE.UU. tiene muchas ventajas para la empresa de energía solar. Por una parte, le resulta mucho más barato enviar las células fotovoltaicas desde Málaga y ensamblarlas en EEUU que exportar los paneles solares completos, máxime teniendo en cuenta la fortaleza del euro respecto al dólar. Por otra parte se abre un mercado que empieza a ver como salida a la crisis este tipo de energía. A ese aspecto hay que añadirle que el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, ha defendido la apuesta de su gobierno por las energías renovables e incluso ha puesto el ejemplo español como modelo. En Japón, la otra superpotencia interesada en la energía solar como fuente alternativa de recursos energéticos, también muestran su interés. La delegación madrileña de la Asociación de Empresarios Japoneses en España (SUIYO-KAI) visitó Málaga para conocer la gestión del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) e interesarse por la planta productiva de Isofotón, empresa con la que no descartaron llegar a acuerdos en los próximos meses. Para el presidente de la asociación, Takashi Nakano, las energías renovables están adquiriendo un protagonismo “cada vez mayor” en la sociedad y por ello eligió a la tecnópolis malagueña, que alberga a distintas sociedades del sector, y conocer de cerca las técnicas que se utilizan aquí. Nakano manifestó que "actualmente" no tienen unos objetivos concretos, pero que darán a conocer estos proyectos a empresarios japoneses.