Génova pide sangre

Va a correr la sangre. La de Rajoy. Puede que la de Gallardón, quizás la de Camp o Aguirre. Acebes y Zaplana ya están desangrados. Pese a todo, el que va a sufrir de verdad es el PP. Pongámonos en situación. Tras la derrota electoral Rajoy dijo un NO más claro que el agua y todos pensábamos que había pasado la etapa "dura" del "Rajoy centrista". Pero no. Ahora se anima a continuar e intentarlo por tercera vez. O segunda, como dicen en su partido -se les olvida la primera, y es que consideran todavía la famosa Conspiration Theory-.
La culpa de que este hombre gastado y cansado siga al frente del partido y sea a todas luces triple repetidor en las elecciones generales es el sociólogo Pedro Arriola. Él y su equipo le convencieron de que no dijera adios al partido ya que la derrota no fue para ellos "tan amarga". Así pues, en la sede del PP hablan ya del "arriolismo". Antes, cuando todos pensaban que si el "jefe" dice que sigue al frente del partido, al frente se queda. ¡Ya no hay disciplina en el PP! Ahora le salen los hijos ranas por toda Génova. Y algunas de esas ranas quieren convertirse en princesas... Ya no es cuestión de hablar, quedar, cenar... Aguirre se le escapa de las manos a Rajoy, tanto para forzar un rotundo NO a Gallardón para entrar a las listas, como para decidir a su santo y seña si lo de "apoyar al líder haga lo que haga" es cierto o no.
Para colmo, el frente centro se organiza en torno al Congreso de Valencia. Voces populares, según indica el diario Público, sitúan a Gallardón y Camps en unas conversaciones que darían la victoria al ala del centro-derecha del partido de los hooligans. Un culebrón repleto de emociones. La despechada (Aguirre) el papa tonto (Rajoy) el niño soñador (Gallardón) y los malos -todos-. Esperemos que todo salga bien. (Que no llegue la sangre al río).